El papel del psicólogo forense ante situaciones de maltrato

Son tan numerosas las noticias que nos llegan sobre maltrato a través de los medios de comunicación, que parece obligada una reflexión.

El maltrato psicológico puede producirse con independencia del maltrato físico y suele ser más difícil de probar ya que no es algo que objetivamente podamos medir ni tocar.

Cuando de manera reiterada están presentes los insultos amenazas, descalificaciones, burlas, críticas destructivas, presión económica y culpabilización, dan lugar a sentimientos de humillación e infravaloración que dejan huella en el autoconcepto y en la autoestima.

Son lesiones psicológicas que puede perdurar un largo periodo de tiempo. A veces, superar las consecuencias psicológicas puede requerir ayuda profesional.

La intensidad, el impacto, la duración y los efectos negativos de una vivencia de maltrato psicológico dependen del nivel de tolerancia de la víctima, de su ambiente psicosocial y de su personalidad.

Para probar las secuelas o repercusiones psicológicas de este maltrato, se utilizan pruebas psicométricas debidamente baremadas, objetivas y medibles que constan de una contrastada fiabilidad y validez, que miden el nivel de sinceridad del individuo al realizar la prueba y nos ofrecen datos acerca del estado psicológico de la persona,

Además, una entrevista puede resultar complementaria a los datos psicométricos, ya que nos ofrecerá información acerca de la coherencia del contenido del discurso y la conducta manifiesta y nos permitirá valorar la congruencia de los datos relatados con sus manifestaciones clínicas.